Cuando contrate un seguro de vida es conveniente:
1. Que el capital sea fijo. La diferencia entre contratar un capital fijo o uno decreciente es: que el capital fijo nos permite adecuar mejor la póliza a nuestras necesidades. Siempre lo podemos modificar a la baja, o dejarlo como está, sin necesidad de pasar nuevos reconocimientos médicos. Si por el contrario, contrata Vd. con capital decreciente, y en un momento determinado necesita aumentar dicho capital, está obligado a contratar una nueva póliza, con nuevos cuestionarios de salud, reconocimientos médicos y analíticas.
2. Elija Vd. el beneficiario que desee, incluso para pólizas vinculadas a préstamos.
La designación del beneficiario es una decisión que corresponde únicamente al tomador de la póliza (a la persona que contrata y paga la póliza).
Para pólizas vinculadas a préstamos, es más interesante que el beneficiario en caso de fallecimiento sea el heredero, y no la entidad financiera. De esa manera, el heredero tendrá la opción de seguir pagando las cuotas del préstamo (que forma parte de la herencia) y disponer de un capital que podrá utilizar a su conveniencia.
3. Es conveniente contratar fallecimiento e invalidez. Las consecuencias económicas de una invalidez, a menudo son peores que las de un fallecimiento, y por el contrario, el precio de la inclusión de la invalidez es más barato que el fallecimiento.
4. A la hora de calcular el capital necesario que debe contratar para cubrir sus necesidades, no olvide contar con el pago del impuesto de sucesiones. Según la comunidad autónoma en la que se resida, el importe puede variar.